El mito japonés

¿Quién de vosotros no conoce al Supra? Quién de vosotros no ha visto, mirado o babeado alguna vez ante un video en el que un bicho como este ruge por alguna recóndita carretera? O mejor aún, ¿quién ha tenido la suerte de disfrutar como un niño teniendo ante sus ojos, raramente, a unas líneas tan hermosas como estas?

 ¿Quién no ha usado este coche en la saga Gran Turismo?

Aunque a la mayoría ya la conocéis, veamos un poco de historia de este precioso modelo que ha enamorado a toda una generación, y posiblemente, lo siga haciendo. El Supra renace partiendo de la base de su predecesor, el Toyota 2000GT, un biplaza deportivo nacido a finales de los 60. Una apuesta clara de Toyota por la deportividad.

El Supra, con un escudo propio, ha tenido cuatro generaciones con un motor de seis cilindros de gasolina. El motor siempre ha ido en el eje delantero en posición longitudinal, y debido a la tracción trasera, es un coche ideal para sentir las sensaciones de la propulsión y de una potencia, a menudo estratosférica. Y es que, volviendo a la bateria de preguntas anteriores, podríamos añadir la de ¿Quién no ha visto locuras montadas bajo un capó de un Cupra o aceleraciones de vértigo protagonizadas por motores sobrealimentados de más de 500 caballos?

Especactular vista con el que Toyota promocionó el modelo

Repasando la videoteca uno se percata de las virgerías de las que ha llegado a ser víctima o priviliegiado este coche. El equipo HKS ha preparado las dos últimas versiones del Supra para hacer todo un drag con un chasis personalizado de fibra carbono de 800 caballos. El Supra ha corrido en carreras de turismos al lado del Rover SD1 y del BMW Serie 6 en las 24h de Nürburgring, en la BTCC e incluso en Le Mans con el Supra JGTC.

Por si no fuera poco, y uno no se puede despedir sin mencionarlo, el Supra ha sido y sigue siendo un auto protagonista en las competiciones de drifting como la SuperGT series. Muchos son los pilotos de drift alrededor del mundo que han sucumbido a las maravillas de este japonés de pura cepa. Y es que como un buen japo que es, siempre estará en la cumbre del mundo del motor, de competiciones drifting  y de las prestaciones abismales reñidas con la fiablidad y el buen diseño exterior.

Por cierto, que se me había olvidado… añado: ¿Quién no se ha deleitado con las impresionantes imágenes que nos ofrece la película The Fast and the furious y su Supra naranja o no se ha sentido como un auténtico piloto conduciendo este mito en las pistas de otro gran fenómeno japonés, el Gran Turismo?