Vuelve la serpiente

Con permiso del gran Corvette, el Dodge Viper SRT es un símbolo de la automoción norteamericana. Es ese coche que todos hemos montado alguna vez por piezas o hemos tenido en miniatura. Siempre ha mantenido, más o menos, la misma estructura, un biplaza de gran morro, y, como no, un motor estratosférico

Imponente trasera que cuenta con un diseño muy atractivo

Pues bien, el grupo Chrysler acaba de anunciar el precio que tendrá esta bestia en 2013, exactamente unos 76.000 euros, que la verdad, por un motor V10 que desarrolla 649 caballos es una ganga. Y, como no, siempre es un placer ver uno de estos por nuestras calles, difícil por cierto.

Como siempre ha hecho, y en contracorriente, incorpora un motor atmosférico que entrega toda la potencia a las ruedas traseras. De ahí su fama de "loco", es imposible controlarlo. Además, lejos de cualquier avance tecnológico venido de la Fórmula 1, el Viper sigue manteniendo la típica caja de cambios manual de seis velocidades. 

Como decíamos, cuenta con un motor de 8.4 litros en la parte delantera, lo que le permite ofrecer al tren trasero nada más y nada menos que 813,5 Nm de par, por lo que alcanzará con facilidad los 331 km/h, una cifra escalofriante. Además, tardará unos 3 segundos en ponerse de 0 a 100.

El nuevo Viper tiene una silueta mucho más refinada

Una buena noticias es que han puesto a dieta al este "gordo" americano, por lo que ahora pesa 45 kg menos, sobre todo por algunas partes en fibra de carbono, como el capó y el techo. Además de haberlo hecho mucho más aerodinámico, ya que ahora tiene un mejor coeficiente aerodinámico. 

Pero para los que no se conformen con el equipamiento de serie que sepan que hay una versión aún más potente del Dodge. Es el llamado GTS, por el que entonces deberíamos pagar 93.000 euros aproximadamente, aunque nos ofrecen un interior de cuero, suspensiones Bilstein y llantas de aleación Venom.

Quizás no tenga la finura de un deportivo italiano, la majestuosidad de un inglés o la fiabilidad y perfección de un alemán, pero este nos ofrece el carácter y la locura de un americano con exceso de caloría dispuestas a quemarlas en la carretera a golpe de pedal.