Una estrella de Hollywood

Últimamente Ferrari está sacando al mercado modelos impresionantes, tanto por su belleza como por la potencia que desarrollan. Ejemplo de ello son el 458 Italia o el F12 Berlinetta que han tenido una gran acogida entre el público ferrarista. Pero aun así, los deportivos de hoy en día no se pueden comparar con los de antes, que hacían vibrar por sus líneas. Coches como el Jaguar E-type o el Aston Martin DB5 nos hacían babear cada vez que pasaban. Pero, ¿qué me decís del Ferrari 250 GT California?

Increible la vista posterior, nos hace volver a los '60/exfordy

Actualmente el Ferrari 250 GT California es uno de los modelos de la marca italiana más cotizados en el mercado. Tanto que se puede llegar a pagar por él hasta siete millones de euros, cifra con la que podríamos tener cinco Bugatti Veyron, unos diez Aventador, etc. La decisión es dura, pero al ponerse a los mandos de ésta maravilla es cosa fácil.

El California se pensó para el público americano principalmente. Dicen que en Hollywood era la verdadera estrella entre los actores de aquella época, como James Dean o Steve McQueen. Es un coche que pertenece a la "realeza de la automoción" tal y como afirma James May en Top Gear, y la verdad no le faltan motivos para decirlo. El diseño, de los de antes, fue obra de Sergio Scaglietti, hombre de confianza de la casa de Maranello. Un hombre que no hacía bocetos de lo que quería, sino que directamente lo esculpía y lo iba variando según sus gustos. Es por eso que se dice que no hay dos Ferrari California completamente iguales, por lo que si tenéis uno, lo tendréis de verdad.

Como todo buen deportivo de hace cincuenta años, es un coche que ofrece sensaciones al conducirlo. Nada más pisar el acelerador se oye un fuerte estruendo desde el tubo de escape. Y, a pesar de que no acelera tanto como parece, la sensación es increíble  Sientes que tienes la potencia en tu pie derecho, tu eres el piloto de la máquina y sólo tu la controlas. Sin electrónica ni apenas tecnología, a la vieja usanza.

Muchos han cambiado las líneas de su predecesor/Actyon23

Cuando nos montamos en él lo primero que se destaca es un enorme volante, que quizás no sirve para contra volantear con precisión, pero es una maravilla. Tampoco están muy bien colocados los pedales, ya que están bastante separados, pero ¿a quién le importa eso?. El motor, una maravilla en peligro de extinción, un magnífico V12 de tres litros que entrega 280 caballos, una birria comparado con lo que entrega el actual Califronia, pero ya le gustaría tener a este la elegancia de su abuelo. Con estas cifras es normal que tarde ocho segundos en alcanzar los 100 km/h. Pero que más da el rendimiento cuando suena como un ángel caído del cielo.

Ya saben, si tienen varios millones de euros y no saben en que invertirlos aquí tienen una obra de arte que además se puede utilizar durante el día a día, no como un cuadro o una escultura. Además, den por hecho que este coche se revaloriza cada día. Si están cansados de invertir en negocios que quebrarán, aquí tienen algo que jamás lo hará: un flamante Ferrari 250 GT California.