Subaru y Toyota han protagonizado todo un punto de inflexión en el mundo de la automoción, y más en concreto en el sector de los deportivos clásicos de motor delantero y tracción trasera. Recuperan el espíritu del placer de conducción que tanto ha enarbolado BMW, pero a un coche más radical por su diseño y sus prestaciones.Y esto, hoy por hoy, solo lo podían hacer en Japón.
Subaru nos sorprendió con su nuevo invento hace unos meses.
Y por suerte de todos, o algunos, la marca nipona ha iniciado su
comercialización. El BRZ ha salido con dos niveles de equipación, el Sport y el
Executive a un precio de 30.900 y 32.400 euros respectivamente. Sin duda,
apunta maneras.
Este coche fue concebido junto a Toyota, con su homólogo
GT86, como un deportivo dos puertas, cuatro plazas con motor delantero y
tracción trasera. Este segmento hasta la fecha había estado un poco olvidado
por ambas marcas niponas, puesto que Toyota no apuesta desde hace años por este
tipo de vehículos –el Supra fue toda una insignia que marcó una época, y el MR2
no se le puede considerar de la familia por ser de motor central-; así pues
Subaru ha estado batallando con sus ya características de marca: la tracción
integral y los motores bóxers turboalimentados, siendo el Impreza su máximo
exponente.
Por otro lado la competencia no ha luchado demasiado para
tener este tipo de coches en las primeras filas. El Nissan 370Z es quizá el más
parecido por características técnicas, como también el Mazda RX8, a pesar de
que las motorizaciones son dispares (V6 3.500cc el primero y motor Wankel el
segundo, ambos sin turbo-compresor). Además, mientras la alternativa alemana
del BMW Z4 o del Mercedes SLK prefiere una estructura biplaza, como también lo
es el equivalente S2000 de Honda, otros posibles rivales como el Hyundai Coupé,
el Audi TT ya se alejan más de la estructura clásica deportivo de motor delante y tracción atrás.
La colaboración entre estas dos factorías ha generado este resultado
sin duda prometedor. ¿A quién no le gustaría tener un coche con unas sensaciones
de Nissan 370Z con un consumo más reducido, un diseño cuanto menos original,
con tracción trasera a diferencia de otras muchas opciones como el TT, el RCZ o
el Scirocco, a la mitad de precio que el Cayman, las suspensiones rígidas y con
un centro de gravedad casi de Elise? Y todo esto por un precio comparable al de
un Golf GTI o un Audi A3.
Es por esto que llegamos a la conclusión que esta nueva
criatura anda bastante en solitario, o al menos lo hará por un tiempo mientras
las otras marcas no quieran rivalizar en este tipo tan peculiar de coches, y
que porqué no decirlo, dan tantas satisfacciones al conductor y a un precio más
que razonable. Esperemos que las ventas se correspondan a un trabajo bien hecho,
para que en un futuro se sigan haciendo coches como este. De momento aquí lo tenemos y a la
venta está. Todo lo demás quedará por ver.
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