Sesto Elemento, pronto en producción

Lamborghini da un paso más alla con el Sesto Elemento

Lamborghini nos tiene a todos acostumbrados a crear criaturas un tanto extrañas. Es evidente que la racionalidad nunca ha sido gran amiga de la factoría de Sant'Agata, desde el Miura hasta el Aventador, son muchas las bestias que nos han fascinado por su diseño y la espectacularidad se sus líneas, como el Countach, el Diablo, el Gallardo, el Murciélago o el mastodóntico Reventón. Lambo, por si su arsenal no fuera poco, sacó nuevamente los dientes en el último Salón de París de 2010 para mostrar su concepto que dentro de poco entrará en producción. Ni más ni menos, que el Sesto Elemento

Como no podía ser de otra manera al tratarse de un coche que solo pisará el asflato de los circuitos, la edición de este modelo está limitada a solo 20 unidades, o lo que es lo mismo, 20 afortunados millonarios. Un motivo de ello es que desde Lamborghini no se quiso modificar en exceso el concepto que se presento en París, lo cual hace difícil pensar que un coche de estas características pueda pisar las calles. 

En cuanto las cifras se refiere son fascinantes y todo un reto a la física. La relación peso/potencia del bólido es de 1,75 kigos por caballo, ya que tiene 600cv y un peso tan contenido que apenas llega a la tonelada. El resultado de estos valores se traducen en unas prestaciones de vértigo, como los 100km/h que es capaz de alcanzar en tan solo 2,5 segunos (recordamos que el Veyron obtiene unos valores muy similares pero con un peso y potencia que casi le doblan -1.888kg y 1.000cv de potencia-).

¿negarán que esta trasera no es sexy?

El diseño no deja nada para desear, y sigue la línea tan exuberante que caracteriza el trazo anguloso de estos toros italianos. Los faros frontales de tipo bi-xenón otorgan una gran presencia en la parte frontal enfatizada por los led's colocados verticalmente, acorde con una parte trasera tan radical como sexy. De la zona posterior destaca el voladizo reducido, el difusor y el deflector aerodinámico que solo podían estar rematados por el gran alerón que nos recuerdan a anteriores modelos de la firma como el Superveloce o el Superleggera.

El interior es tan minimalista como las circunstancias lo requieren. Como todo coche concebido para la competición, o almenos para que sus prestaciones sean exprimidos en una pista, el interior es espartano. Tres botones (uno para poner en marcha el motor, otra para poner la marcha atrás y para activar las luces), es lo que Lamborghini ha considerado indispensable i necesario para poner en la consola central de un coche de producción no destinado a ser conducido por nuestras calles y ciudades.  

Pero si algo no se puede pasar por alto es lo que hacen de este coche una verdadera máquina para retar todos los crono. El corazón palpitante dentro de esta criatura no es más que el V10 que proviene del Gallardo LP 570-4 Super Trofeo Stradale. Si este motor, como decíamos antes, es colocado en un bastidor cuyo peso total con el conjunto de todo el coche es tan contenido como lo es el modelo en cuestión, los resultados y sensaciones que dará serán posiblemente de otro mundo. Y esto, hasta dentro de un año no podremos verlo.

PD: Por cierto, este Lambo debe su nombre al sexto elemento de la tabla periódica, el carbonio, material con el que está hecho en gran parte este coche tan fascinante como provocador. Ferrari, tiembla.