martes, 23 de octubre de 2012

El que pudo ser...lo es

Top Gear ha dedicado esta semana un tributo especial a uno de los coches más espectaculares de la industria del automóvil británica. El Jensen Interceptor dejó su huella en la década de los 70, en la que triunfaban los detectives privados con sus coupés deportivos, pero este no fue el elegido por ellos

Jensen Interceptor R
Frontal del Jensen Interceptor R
Tiene las líneas de los mejores coupés de los años 70 incluso con un toque italiano que lo convierte en un coche muy atractivo y exclusivo para su época. Pero tal y como nos aclaran los chicos de Top Gear, este no tuvo la fama que mereció haber tenido. Por este motivo recuperan el Interceptor para darle el mérito que se merece utilizándolo para promocionar su propia serie de detectives, típicas de hace treinta años. Veánlo porque merece mucho la pena.



El Jensen Interceptor se creó artesanalmente en el Reino Unido por Jensen Motors y fue de los primeros en incluir una carrocería de acero. Además, fue diseñado por una empresa italiana, Carrozzeria Touring, asociada a grandes marcas como Lamborghini, Maserati o Aston Martin. Cuenta con un motor V8 de algo más de seis litros de la compañía Chrysler, la transmisión era normalmente automática, aunque se ofrecía en opción una manual. Llegados a la década de los 70, se le incorporóun motor de 7.2 litros con carburador de cuatro cuerpos. También fue de los primeros en llevar discos de freno ventilados, junto al Jaguar Mark III, y dirección asistida.

Jensen Interceptor
Jensen Interceptor clásico
Con este modelo como base, resulta que una compañía británica dedicada a la restauración a mano de coche clásicos deportivos ha  elegido este modelo para crear el Interceptor R, que saldrá a la venta a finales de año. Lo mejor de esta nueva creación es que cada coche tiene como base uno original, por lo que seguiremos sintiendo la esencia de los deportivos de los 70. Este camuflado "muscle car" esconde el V8 de un Corvette, capaz de desarrollar 435 caballos de potencia. Es increíble ver un coche como éste acelerando de 0 a 100 en tan sólo 4,5 segundos. Es muy reconocible el trabajo de este tipo de compañías que nos dejan disfrutar de los mejores clásicos de hace cuarenta o cincuenta años pero con una mecánica actual totalmente fiable. 

Lo malo es que para sentir este tipo de sensaciones tendremos que desembolsar 120.000 euros, lo que verdaderamente nos hace dudar sobre si merece la pena invertir esa cantidad en este clásico o en uno de los muchos deportivos de más de 500 caballos que podemos encontrar hoy en día en el mercado. De todas formas, está muy feo hablar de dinero y lo que importa es ver renacer a este tipo de coches que muchos dejaron en el olvido, pero gracias a tipos como los de Top Gear esta maravilla ha tenido el reconocimiento que tanto merecía.

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