lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Quién dijo que el Veyron estaba solo?

9ff GT9
De Porsche solo tiene el aspecto. Las prestaciones son de otro mundo

Ya no se puede decir aquello de que el Bugatti Veyron no tiene rival. Desde que salió en venta y la prensa del motor nos inundó con infinitos datos, imágenes y reportajes sobre la máquina que había preparado el grupo VAG en Molsheim, muchos fueron los fabricantes que se pusieron las pilas. El de hoy no es el único. Pero de una forma u otra, hace caer definitivamente el mito del monopolio que hasta ahora el Veyron ha protagonizado
Sin pensar en el Mclaren F1 de los 90, que tantas espectaculares cifras ha demostrado en pista a pesar de haber pasado la mayoría de edad, otros supercars como el americano SSC Ultimate Aero o el sueco Koenigsegg CCXR ya han desafiado al franco-alemán. A esta lista tan exclusiva ahora hay que añadir el último modelo de producción que supera los 400km/h. Se trta del nuevo GT9 Vmax, presentado en el Salón del Automóvil de Essen. 

Aunque el GT9 alguna ya lo recordaran, ya que es un modelo del 2008, el preparador de Porsche 9ff lo ha actualizado para exprimir más aún, por si no fuera posible, las prestaciones de este bólido. El preparador promete que el vehículo en cuestión, que ya superaba los 400km/h antes de la repreparación, ahora es capaz de alcanzar los 437km/h, o lo que es lo mismo, se coloca a 30km/H de velocidad punta más que la joya alsaciana.
El motor del GT9 no es para nada un fuera de serie en cuanto a cifras. Si bien el Veyron va equipado de un 8.000cc colocados en posición de W, y sobrealimentado hasta la potencia oscilante entre 1001 y 1081 caballos, este coche lleva en sus entrañas un "discreto" 4.2 seis cilindros bóxer. La verdadera hazaña la desempeñan los dos espectaculares turnos del GT9 que lo dotan de la estratosférica potencia de 1400 caballos a 7.950rpm y con un par motor de 1.158Nm. 
Bugatti Veyron SS
El Veyron SS tiene 1200 caballos y alcanza los 417km/h (limitado)
El cambio de marchas tampoco es tan sofisticado como el del Bugatti. En el caso del alemán de 9ff lleva un cambio secuencial de seis marchas con levas en el volante, como ya nos hemos ido acostumbrado a ver en coches de mucho menor tallaje. Otra dato que no podemos no tener en cuenta es la sustancial diferencia de peso entre ambos supercoches. En el caso del Veyron, su peso de 1.888 kg en vacío, debido a todas las comodidades que equipa lo lastran en según que prestaciones se le exiga. En cambio, los 1.340 kg del GT9, fruto del uso de la fibra de carbono o el makrolon en chasis y carrocería lo convierten en un coche mucho más ágil y veloz. 
En este caso las cifras también hablan por sí solas. Es capaz de acelerar de 0 a 100km/h en 3,1 segundos y alcanza los 200km/h, en apenas 6,8 segundos. Para llegar a los 300, solo requiere de 13 segundos. Vaya, un suspiro. Toda la potencia del motor no podría ser transmitida al asfalto si no se equipara de buen calzado. Para esta ocasión el uso de gomas Continental Vmax de 255/35 ZR 19 y 335/30 ZR 20 son indispensables para obtener unas prestaciones eficientes. 
En cuanto al precio, y teniendo en cuenta que el veyron sobrepasaba la cifra del millón de euros, y más aún si se habla de versiones más preparadas como la SuperSport, el GT9 se queda un poco más corto. Eso si, para poderlo disfrutar la cifra a desembolsar esta a la altura de las expectativas: 895.000 euros y el coche es vuestro. Eso sí, sin impuestos. 


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